sábado, 19 de marzo de 2016

El BCE no es la solución

El BCE - Banco Central Europeo-  está llevando a cabo una política de expansión monetaria que pretende paliar los efectos de la crisis, intentando generar inflación con un objetivo del 2% y conseguir recuperar de manera más acelerada la economía europea.

Con esta expansión monetaria se quiere aumentar la liquidez en el sistema, abaratando los costes para la obtención del crédito. Además el banco para potenciar esta expansion de la oferta monetaria, ha disminuido el tipo de interés general al 0% - mínimo histórico- y la facilidad de depósito lo ha situado en el -0.4% con lo que se pretende penalizar a la banca si quiere depositar dinero en el BCE y así "obligar" a estos bancos a aumentar los préstamos que se conceden a las familias y empresas.

Con lo dicho anteriormente uno se pregunta: ¿ Realmente esta es la solución a los problemas de los países de la Eurozona?. Vamos a contestar a esta pregunta con un análisis del efecto de esta politica monetaria.

Los aumentos de la oferta monetaria no se trasladan en aumentos del PIB nominal

La oferta monetaria es la cantidad de dinero que hay en circulación para comprar bienes y servicios. Y como podemos ver en el siguiente gráfico, el agregado M1 (dinero efectivo en manos del público y depósitos a la vista) no ha parado de aumentar desde 1997.

Fuente: Banco Central Europeo

Este tipo de política monetaria expansiva llevada a cabo mediante distintos métodos( QE, bajada de tipos , etc) ha pretendido mantener una inflación en torno al 2% y con ello generar aumentos del PIB nominal. El BCE  ha introducido esta política utilizando como referencia la ecuacion cuantitativa del dinero (MxV = PxY) en el que normalmente se mantiene como constante la velocidad de circulación del dinero, por lo que aumentos de la oferta monetaria (M) deben generar aumentos del PIB nominal (PxY) en una relación 1:1.

El problema reside en que realmente no se ha mantenido esa relación. Los aumentos de oferta monetaria no se han trasladado de igual manera al PIB nominal por lo que se debería observar un decrecimiento de la velocidad del dinero, variable que se suele mantener constante pero que en realidad presenta movimientos de importancia en el análisis.

Como vemos en el siguiente gráfico la explicación a que no se traslade el aumento de oferta monetaria al PIB nominal reside en la disminución de la velocidad del dinero.



 
Fuente: Banco Central Europeo




Recordemos que la velocidad del dinero se define como el número de veces que la moneda cambia de manos a lo largo de un periodo de tiempo. Y este gráfico nos muestra que esta cantidad de transacciones está decreciendo. Este decrecimiento nos confirma que la economía no es capaz de absorver la cantidad ingente de dinero que el Banco Central Europeo ha inyectado. Y a esto hay que sumarle la imperiosa necesidad por parte de empresas y famillias de desapalancarse tras el comienzo de la crisis.



La expansión monetaria genera desequilibrios

No tiene ningún sentido que el BCE intente aumentar el crédito en la economía como si fuera esta medida la panacea que solvente todos los problemas. Y es curioso que se lleve a cabo cuando se culpó del exceso de toma de riesgos tanto de los prestamistas ( entidades de crédito) como de los prestatarios (familias y empresas)  en los años anteriores a la crisis, y ahora que el objetivo es disminuir la deuda de las familias y recapitalizar a los bancos, aparece un banco central que aconseja volver a aumentar la toma de riesgos.

Por otro lado esta política está generando efectos nunca antes vistos como los tipos de intereses negativos, que mediante la manipulación del banco central en el tipo de interés general ha creado un sistema artificial que no muestra realmente los costes de oportunidad de la economía y distorsiona la toma de decisiones de los consumidores e inversores.

Con todo lo dicho se puede decir que esta política no es la solución a los problemas estructurales de los países de la Eurozona. La deuda estatal es muy alta y existen rigideces en los mercados, como en el mercado laboral español. La solución, pues, vendrá de realizar políticas fiscales expansivas, pero no con aumentos del gasto público, sino con disminuciones de impuestos que liberen a la sociedad.


 




1 comentario:

  1. Las necesidades de desapalancamiento junto la caída de la renta esperada creo que son los factores clave para la reducción de la circulación del dinero.

    Ahora bien, creo que el BCE tiene varios objetivos. Para el crecimiento del PIB y su traducción en la "economía real", llego muy tarde para países como España. Pero para reducir los tipos de deuda pública y la recapitalización del sistema bancario en línea con Basilea, quizás esté funcionando con sus efectos negativos colaterales.

    Creo que llegó muy tarde y sin ser acompañado de medidas de expansión fiscales, necesarias para el correcto funcionamiento

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