viernes, 17 de noviembre de 2017

El error que cometemos los liberales

Entré en la universidad siendo un completo ignorante en lo que a ideología política o escuela de pensamiento económico y filosófico se refiere. De repente un día de casualidad escuché a un economista debatiendo en televisión sobre impuestos, gasto público, etc. Realmente estaba  de acuerdo con todo lo que decía: bajada de gasto público, bajada de impuestos, apertura económica, más libertad individual, etc. Ese economista resultó ser Daniel Lacalle. A partir de ahí mi curiosidad se abrió paso y empecé a conocer los artículos y obras de Juan Ramón Rallo, Jesús Huerta de Soto, Hayek,... e incluso una escuela de pensamiento económico con el que me sentiría totalmente identificicado, la escuela austriaca. La escuela austriaca de economía sería la escuela con la que yo simpatizaría desde entonces.

Mis andanzas por Twitter me mostraron que los liberales llenábamos más de un autobús en España y que poco a poco íbamos siendo más. Pero también me mostró que entre nosotros mismos nos atacamos. Tenemos etiquetas para diferenciarnos unos  de otros y demostrar quien es el más liberal  de todos y todo aquel que no cumpla los "requisitos mínimos del liberalismo" se le tacha de no-liberal. Para algunos anarcocapitalistas, un minarquista ya no puede formar parte del movimiento hacia la libertad, ya es un intervencionista o un tibio socialdemócrata. Para un minarquista un anarcocapitalista es un utópico que no es capaz de ser realista. Este es nuestro error, aislar a todo aquel que no sea un liberal puro - según lo que entiende uno y otro por liberal-. Si no tuvieramos suficiente con la dificultad de hacer frente al pensamiento único socialista colectivista, encima nos ponemos obstáculos entre nosotros. Una rémora más para lograr la libertad.

Creo que debemos ser más realistas y darnos cuenta de que solo hay dos caminos importantes, con la misma dirección pero con sentidos contrarios



En ese grupo que busca un mayor intervencionismo, mayor peso del estado, etc, están comprendidos un gran número de  ideologías que nos conducen a una mayor opresión: socialistas, socialdemócratas, comunistas, ecologistas,... Todos pueden tener discrepancias entre ellos pero a la hora de la verdad, cuando está en juego decidir  aumentar más el intervencionismo estatal, aparcan sus diferencias a un lado y logran ganar un aumento del gasto público de 1% o aumentos de impuestos de un 2%, por ejemplo. Es notorio como año tras año están logrando ese objetivo. Nos comen terreno porque se unen para lo importante. Esto es lo que nos falta a nosotros, unirnos los anarcocapitalistas, minarquistas y otros grupos que aunque no sean perfectamente liberales pueden coincidir más con nosotros que con los otros.  Logremos arrebatarles ese poder y conquistemos la libertad aunque sea para lograr una reducción de impuestos del 1% o para lograr más libertad social. Ya llegará el momento de discutir más seriamente si es mejor aplicar un anarcocapitalismo o un estado mínimo o ultramínimo. Y sinceramente, estamos tan lejos de lograr un estado mínimo que yo ahora mismo ni me planteo un anarcocapitalismo. Logremos lo primero y discutamos la viabilidad de lo segundo, pero siempre con el objetivo de lograr más libertad.

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